viernes, 5 de agosto de 2011

Nuevo viaje: Ecuador.

(trasladado desde mi "cuaderno de bitácora"). Lunes 2 agosto 2011.

Como antes de cada viaje, esta noche apenas he podido dormir. El nerviosismo es creciente antes de cada nueva aventura. Al inicio es como una inquietud leve que tan sólo aparece cuando uno recuerda lo que debe recordar antes de marchar. Sin embargo, a medida que se acerca el día de partida, la intranquilidad me invade y así voy ultimando cada detalle, pero también despertándome en mitad de la noche recordando lo olvidado.
Esta sensación de nerviosismo, a pesar de ser tan incómoda, me produce un paradójico placer, ya que es la señal del inicio de esa aventura que en principio da miedo, pero un miedo como mecanismo de defensa natural, no pavor. Ese miedo y ese nerviosismo me alegran, porque tengo la certeza de que, a pesar de todas las desventuras, disfrutaré del viaje y años más tarde sólo sabré recordarlo con una sonrisa en el rostro.

Este último viaje lo planifiqué tiempo atrás, cuando mi querida amiga Carmen (¿Querida amiga o hermana?) me comunicó su casamiento religioso en Ecuador. Ya le había prometido acudir a su "matricidio" mucho antes, por lo que tras varios cambios de fechas, de lugares, tras coordinar mis vacaciones y tras volverme loca buscando vuelos, conseguí mi pasaje a Guayaquil. Carmen por su parte iba planificando e informándome de todas las novedades. No sé muy bien de qué modo consiguió que aceptase ser una de sus damas de honor, creo sinceramente que fue por cuestión de confianza.

Así pues tenía que cruzarme el mundo para estar con mi amiga el que se supone el día más feliz de su vida, entonces pensé que la mejor manera de aprovechar ese billete era dedicarme, mientras ella ultimaba la boda, a recorrerme todo su lindo país.
Ecuador es un país pequeño de Sudamérica (aunque dobla a España en extensión), atravesado por la línea del mismo nombre, con su costa, su sierra (como conocen a los Andes) y su selva, también conocida como el Oriente. Poco más conocía de este lejano país hasta que Carmen comenzó a hablarme del ceviche, de Montañita, de los patacones y de sus viajes a Galápagos, sin mencionar la hasta entonces desconocida ciudad de Guayaquil

Con el vuelo ya asegurado, compré y devoré la guía. Me sorprendió, tal como me ocurrió el año anterior con Perú, la cantidad de secretos que guarda este país, como que la cima del volcán Chimborazo con sus seismiles, a pesar de no ser la más alta sobre el nivel del mar, es el punto más alejado del centro de la tierra debido al ensanchamiento de ésta en el Ecuador; o que en este país existen unos 25000 especies de aves que es mucho más de las 17000 que suman Europa y Norteamérica; o que Darwin tan sólo pasó un mes en las islas Galápagos...

Empecé a disfrutar de todo lo que podía disfrutar y ni siquiera había salido del metro. El viaje se presenta emocionante y aquí lo compartiré con quien desee.

1 comentario:

JUAN CARLOS dijo...

Wow, Genial niña!! lo vas a disfrutar muchísimo, me alegro por ti y esperamos muchas mas historias (las que se puedan contar jajajaa) besos y diviertete mucho!