viernes, 5 de marzo de 2010

Camino a Uyuni

Primer paso del viaje fue llegar a Oruro. Bus Naser, que tenía pinta de bastante seguro. Salimos tarde y pasamos por El Alto (una especie de segunda ciudad a las afueras de La Paz, formada por inmigrantes del campo y que cumple ahora 25 años) en él recogimos las encomiendas y mientras tanto iban subiendo todo tipo de perdonajes al autobús, un auténtico espectáculo. Me quedo con dos: el primero, con pinta de Jesucristo Superestar, que sube y empieza a hablar del alma, de la honestidad, reza para que vaya bien el viaje, blablabla.... y al final nos pide dinero; si hubiese sido honesto desde el principio y hubiese dicho "subo al bus a ver si alguien puede darme dinero" me habría convencido más y hasta le habría dado, pero no me gustó su doble moral. El segundo, aunque no lo ví, tampoco lo necesitaba, vendía un superproducto, una maravilla, "estudios científicos de Harvard demuestran....." , por supuesto curaba desde una migraña, el reumatismo, la silicosis, la impotencia, las úlceras y seguro que también el cáncer de páncreas. Yo estaba abajo con los chicos y no vi la respuesta popular, pero Maru y Germán me aseguraron que la gente compraba como locos y que incluso llamaban por teléfono a sus familiares.... EVO AYÚDAME!!!!!

Tras eso pasaron una maravillosa película..... Waterworld. No habría sido tan trágico si el volumen en vez de estar al máxino hubiese estado en un nivel medio. El problema era que arriba no se oía y en vez de cambiar la película o ponerle subtítulos al lumbreras se le ocurrió ponerla al máximo de volumen, aunque abajo a mí me molestase el sonido incluso con tapones puestos. Los chicos se quejaron una y otra vez al hombre, pero éste, en medio del estruendo de la película, porque además los altavoces zumbaban, miraba con cara de indiferencia y se metía en la cabina del conductor. Al final empezaron a discutir de tal modo que pensé que Pablo iba a engullir al muchacho, entonces cogió la botella de agua e intentó destruír el altavoz. El individuo captó el mensaje y quitó el volumen, argumentando que creía que no molestaba ¿¿¿¿¿¿?????????

Por fin llegamos a Oruro, esperaba algo más grande de lo que encontré, pero ya me habían avisado que Oruro sin carnaval no tenía ningún atractivo. Hacía calor, diez cuadras hasta la estación de tren.... preguntamos a un taxi, nos lleva por 4 bolivianos, perfecto. Cuando llegamos, no, son 12 ¿¿¿???? Según él dijo que llevaba a cuatro personas aunque recuerdo prefectamente cómo decía que nos llevaba por cuatro. Tras un tiempo de discusión vimos que no merecía la pena, le dijimos que sabíamos lo que estaba haciendo y que aunque le pagamos debería ser más claro o al menos explicarse mejor porque este tipo de cosas hacen que uno no disfrute del viaje y no lo recomiende. Cuando llegamos a la estación vemos que el tren en vez de las 15h sale a las 18h, un cartel lo anuncia pero no hay por qué, nadie lo sabe y a la gente tampoco parece importarle. Creo que el boliviano medio es tan estoico que invita a ser engañado, nadie se queja, nadie cuestiona nada. Otra barrera cultural, pero si voy a salir 3h tarde al menos alguien debe darme una explicación, yo soy así y los argentinos...

Para hacer tiempo nos vamos al mercado, es tarde, sólo hay un sitio donde podemos comer. Nos dicen que hay menú de sopa y pollo, carne. Cuando nos sentamos en la mesa la carne sale del menú y sólo se puede comer pollo. No nos quedaba alternativa así que aceptamos. La comida no fue ninguna maravilla, de hecho el trozo de pollo lo tuve que buscar entre la lechuga y diciendo "Marcooo" "pooooollo". Con el estómago engañado nos fuimos a por provisiones y de vuelta a la estación. Como estaba bastante cansada intenté dormirme junto a las bártulos, pero había unos niños jugando a hacer sonidos de animales y correr junto a Alba GRRRRRRRRRR "qué lindos son los niños!!!!!" Por cierto en la estación nos pesamos y todos habíamos adelgazado, yo estoy en 57kg, no hago dieta, lo juro, pero no gano peso.

Cuando por fin salimos en tren fue mágico. Éste, en su salida de Oruro, atraviesa lagunas y es como si fueras por un espigón, con agua a los dos lados, un momento realmente mágico que inmortalicé en un vídeo hasta que una señora se me cruzó, pero el vídeo conserva el encanto.
No sé por qué me pusieron a parte de los chicos, yo quería estar junto a ellos para hablar porque siempre habría alguno despierto, pero me pusieron en el otro vagón. Me dediqué a leer la guía, todo sobre Uyuni y Potosí. Mientras proyectaban vídeos algunos serios pero otros sólo habrían sido superados por La Tigresa del Oriente. Había uno que cantaba algo así cómo "soy de Oruro de corazón" cuya coreocgrafía....... de verdad yo creo que eran como los "no me pises que llevo chanclas" de allá.

Bocadillo de picadillo argentino en un exquisito pan, dos películas, sueño, luz, voz en off "Uyuni". Mierda!! ¿dónde están Maru y Germán? Bueno iré a despedirme al menos de los chicos, dormidos. Sólo pude despedirme de Fernando y entonces bajarme del calentito tren, tomar mi mochila y salir al ataque. Un tren de guiris se bajaba en el pequeño pueblo, era la 1am y no tenía reserva de hostel. Fui de uno a otro preguntando, se me unió una pareja de chilenos y finalmente encontré el Hostelling International. Tenían habitaciones y me quedé. Al meterme en una pequeña habitación individual en aquel hostel solitario volví a tener el mismo sentimiento de soledad que me acompañó en otros momentos al separame de un grupo, pero eso tiene viajar en solitario, que estás sola, al fin y al cabo es mi elección.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Como diría Ismael Serrano..."no estarás sola..."

Alba dijo...

pues que venga y me lo diga él...