viernes, 5 de marzo de 2010

La Paz (24 febrero)

El día empezó tarde y sediento. Alguien hizo un ruido y las cuatro marmotas de la habitación empezaron a revivir. Una ducha reparadora y salí para intentar aprovachar un poco el día. Compré unas salteñas que me comí y regalé por el camino hacia el museo arqueológico. Cuando llegué estaba cerrado y no habría en dos horas y media. Seguí caminando hacia uno de los miradores. Las aceras estaban llenas de niños que iban y venían a toda velocidad con uniformes escolares, cuando la masa te obligaba a descender entonces el taxi te acariciaba con dulzura, el bus te pitaba y el humo te asfixiaba. Añoré mi cama con todas mis fuerzas.

Cuando llegué al mirador estaba exhausta, supe en ese momento que jamás me adaptaré a la altura. Inspiración forzada= 15% de Oxígeno..... terminaré siendo Pitufina, pero mucho menos cursi, por supuesto.

Continué mi ruta que me llevó a la zona moderna de la ciudad, pasé un multicines, un hotel lujoso y pasando por la plaza de Isabel la Católica llegué a la Plaza Avaroa (que es uno de los Héroes de la guerra del Pacífico). Allí todo era mucho más occidental, no sólo las contrucciones, sino también las personas. Niñas pijas en uniforme de escuela, bolivianas presumidas vestidas más occidentales que yo.... Son zonas de las ciudades sudamericanas que hay que conocer pero que nunca tendrán el encanto del centro bullicioso.

De vuelta al hostel me dormí una siesta que hizo historia y poco me importó que al otro lado de la puerta hubiese argentinos viendo el fútbol.

Por la noche, mientras estaba en internet, volvieron mis amigos los franceses de la ruta de Coroico. Desde lo lejos vi que "Fil" (yo lo llamaba así porque me lo inventaba pero se llama François Xavier) tenía el brazo en cabestrillo. "NOOOOOO" grité, pensando que había sido fractura, sin embargo fue sólo una herida y lo blanco era un vendaje y no una férula. Decidimos cenar juntos porque al día siguiente ya partía. Compramos en el mercado pescaíto fríto superrico, con un tomatito aliñao divino. Tras dejarlos en la camita cansados me fui a un bar algo extraño con los chicos a beber cerveza y hablar, aunque hubo un bolivano que me sacó a bailar, mdrrrr.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Más baile!!??A que te llevo a la boda de mi prima Loli pa que bailes con mi primo??JA JA JA

Alba dijo...

Oh, qué grande. Un New, York New York con El Sevilla!!!!