lunes, 12 de abril de 2010

CUSCO: Día 4

Me desperté muy tarde y sólo al abrir un poco el ojo me di cuenta de que estaba totalmente perjudicada. Me dolía la cabeza, estaba muy cansada y mi barriga me mataba.

Quedé con Lis para comer y de allá fuimos a la agencia, donde conocí a Charito, le pagué los tours y le dejé mi queja sobre la velocidad del city tour. Desde la agencia, que estaba en una calle subiendo desde la plaza de Recocijo, paseamos en dirección al mercado, tomando unos ricos helados de esos que salen de la máquina como un churrito. En nuestro paseo llegamos hasta el mercado, allí descubrí el caldo de rana, no lo probé, pero pude leer que curaba múltiples enfermedades cuyo tratamiento yo olvidé hace ya tiempo. Lo recetaré en mis guardias sin lugar a dudas.

Mi cuerpo me pedía cama asi que tras un rato en internet volví a la casa, donde me tomé un chocolate con los papás y el hermano de Yojhana. Aquí el chocolate es distinto, se trata de una especie de colacao que para el que, como a mí, le guste el chocolate bien espeso y amargo, le resultará aguado. Sin embargo mis amiguitas me contaban que el chocolate de allá las empalaga demasiado, que no les gusta. A mí el de acá no me disgusta, pero no entra en mi concepto de chocolate. Con el estómago calentito me fui a la cama esperando que al día siguiente no fuese un zombie.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que cortito esto,no??? :S